LA ARMADURA DE LA LUZ, de Ken Follet Puntación: 5/5

 He leído muchísimas novelas de Ken Follet y la última ha sido ‘La armadura de la luz’, la quinta y última entrega de la saga Los pilares de la tierra que, si recordáis, estaba compuesta por una de ese mismo nombre que se publicó en 1989, Un mundo sin fin, Una columna de fuego y la precuela Las tinieblas y el alba.

Reencontrame con sus novelas de ficción histórica, como lo eran también los tres volúmenes de la saga Century, ha sido una delicia, porque el año pasado leí y reseñé Nunca y no me gustó especialmente.

Esta novela transcurre de nuevo en la ficticia localidad de Kingsbridge, que conocimos con la construcción de su catedral, y se sitúa en el período comprendido entre 1793 y 1824 teniendo como marco histórico la revolución industrial y la invención de la máquina de vapor, por un lado, y las guerras napoleónicas, por otro.

Por esta razón, sus más de 800 páginas vienen divididas en siete partes. Las tres primeras dedicadas fundamentalmente al impacto de esa primera revolución industrial que trajo un enorme descontento popular ya que acarreó la pérdida de mucha mano de obra en un sector textil que funciona prácticamente de manera artesanal y con jornadas de trabajo de catorce horas. Esta situación trae como consecuencia la aparición de los primeros movimientos asociativos de corte sindical, que son fuertemente reprimidos por el gobierno que tiene muy fresco lo ocurrido en la revolución francesa: 1 La máquina de hilar (1792-1793); 2 La revuelta de las amas de casa (1795); y La ley de asociación (1799).

Las cuatro últimas partes se dedican a la guerra contra Francia, una guerra de muy larga duración que también provoca el descontento de la población por la carestía de alimentos y las patrullas de leva, cuya misión era el secuestro de ciudadanos, reclutados a la fuerza en ciudades costeras, para luego subirlos a barcos maniatados hasta estar lejos de tierra firme:  4 La patrulla de leva (1804-1805); 5 La guerra del mundo (1812-1815);  6 La batalla de Waterloo (del 16 al 18 de junio de 1815); y 7 La paz.

Recordemos que el 9 de noviembre de 1799 Napoleón toma el Parlamento francés y se nombra a sí mismo primer cónsul de Francia. Y que en 1803 vende Luisiana a Estados Unidos por quince millones de dólares, de manera que el presidente Jefferson consigue doblar el tamaño de su país, pero Bonaparte el dinero para pagar la invasión de Inglaterra que, al mismo tiempo, necesita constantemente hombres para su Armada. Y, aunque Napoleón es vencido en 1814 y desterrado a la isla de Elba, consigue escapar y volver de nuevo a Francia, hasta que finalmente es derrotado en la batalla de Waterloo y encarcelado en la remota isla de Santa Elena.

Por tanto, es una novela muy didáctica para los amantes de la historia, en la que también se tratan otros temas como los conflictos de clases, las disputas religiosas entre anglicanos y metodistas, la legislación antisindical, el papel de la mujer y, como no puede faltar en toda buena historia, el amor y el desengaño.

En lo que respecta a los personajes, están bien retratados y es fácil seguirlos a lo largo de tantos años pues no son demasiados y la novela se estructura en capítulos cortos. La principal protagonista es Sal Clitheroe, que queda viuda de su marido Harry al inicio de la novela por una mala decisión de Will Roddick, el hijo mayor del terrateniente de Badford, donde reside junto a su hijo Kit. Por esta razón se traslada a la ciudad de Kingsbridge donde entra a trabajar en la fábrica del pañero Amos Barrowfield, amigo de Roger Riddick, el otro hijo del terrateniente. 

Además, juegan también un papel fundamental David Shoveller, apodado Spade, y su hermana Kate; el obispo de Kingsbridge, su esposa Arabella Latimer y su hija Elsie, que dirige la escuela dominical para niños pobres y se casa con Kennelm Mackintosh; Joanie y su hermano Jarge; y el pérfido concejal Hornbeam, explotador, abusador y corrupto justiciero que no duda en mandar a cualquiera que se oponga a sus planes a la horca o al exilio a Australia.

En resumen, el retrato de una época, con todos los ingredientes necesarios para entretener al lector –amor, traición, venganza, celos, adulterio, injusticia-  cuya lectura os recomiendo, con la indicación de que puede hacerse de manera independiente de las entregas anteriores, y que entre sus páginas vais también a encontrar también algunas referencias a la guerra en España.

PD. Ha salido una reseña muy larga pero es que también lo es la novela