UN ANIMAL SALVAJE, de Joël Dicker Puntuación: 5/5

Siempre que estoy leyendo una novela tomo notas con el fin de poder elaborar al terminarla su reseña. Con la última novela de Joël Dicker, ‘Un animal salvaje’, podría decir que he tenido el síndrome de la página en blanco, porque he terminado su lectura sin ningún apunte. La razón es que te sumerges en la historia de una forma que termina engulléndote, y hay tantos giros y enredos en la misma, con los que el autor juega a despistarnos, que cuando te das cuentas has terminado el libro.

Como ya os contaba al reseñar ‘El caso de Alaska Sanders’, Dicker es un joven escritor suizo francófono autor de thrillers que se dio a conocer con ‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’. Después vendrían ‘El libro de los Baltimore’, ‘La desaparición de Stephanie Mailer’  y ‘El enigma de la habitación 622’, que fueron también éxitos de venta y crítica. Su nueva novela es también un thriller pero más estilo domestic noir pues aquí no hay cadáver, sino un sonado atraco a una joyería de Ginebra el 2 de julio de 2022. Y es que en esta historia son importantes las fechas, incluso las horas, porque está escrito con continuos saltos temporales que el autor utiliza para ir situando al lector dentro de la trama y darle, a modo de goteo incesante, nuevas pistas con las que sorprender y enganchar.

Son pocos los personajes de la novela. Los cuatro protagonistas principales son dos parejas de vecinos: Arpad Braun, empleado de un gran banco, y su esposa Sophie, una abogada muy atractiva, que viven en un chalet de lujo en la comuna de Cologny,  por un lado; y Greg Liegean, un comandante de la policía secreta, y su esposa Karine, empleada de un tienda de moda, que viven en una urbanización para clase media conocida como La Verruga, por el otro. Evidentemente la primera pareja es envidiada por la segunda cuya única obsesión es parecerse a ellos y lograr su amistad. Pero no todo es lo que parece y la interpretación de una familia perfecta solo esconde una vida de apariencias.  

Junto a ellos y sus respectivos hijos, Phillippe Carral, un antiguo presidiario y ladrón de guante blanco, conocido como Fiera -no olvidemos que el título de la novela es ‘Un animal salvaje’, porque también encontramos en sus páginas una Pantera-; Bernard y Jacqueline, los padres de Sophie que viven en Saint-Tropez; y Marion Brullier, compañera de la policía de Greg.

Ya veis que es un elenco muy reducido de personajes y, sin embargo, suficiente para que nadie sea quién parece ser y todos acaben enredados en sus propias mentiras, porque el pasado siempre vuelve.

Así que estoy segura de que de nuevo Dicker os va a gustar y vais a disfrutar con su último libro, que tarde o temprano terminará también llevado al cine como ya lo fue ‘La verdad del caso de Harry Quebert’ a través de una pequeña serie de diez capítulos.