EL SILENCIO DE LAS OLAS, de Ángela Banzas. Puntuación: 4/5
‘El silencio de las olas’ es el debut literario de la autora gallega Ángela Banzas, una obra que ha recibido muy buenas críticas y que a mí me ha llevado un tiempo terminar, pero que me ha gustado bastante.
Es un libro largo, de más de
650 páginas, muy completo, pero a la vez complejo, con un lenguaje muy
descriptivo, con saltos temporales continuos y con muchos personajes, pues es
la historia de una saga familiar –la casa de Altamira- a lo largo de unos
ciento cincuenta años. Por estas razones durante su lectura terminé optando por
hacerme un cuadro genealógico con los personajes principales para seguir con soltura
la historia.
El libro arranca con el
asesinato en 1983 de Marta Castro en presencia de sus hijas, Ana y Clara. Y
continúa en Madrid, en 2011, con Adela Roldán, casada con Álvaro y madre de
Martín -nuestra protagonista principal- que despierta con una de las pesadillas
nocturnas que sufre desde niña en la que aparece una casa en el pueblo de Vilar
de Fontao.
Por esta razón, emprende una
visita a Santiago de Compostela con su familia en busca de la casa de sus
sueños. Allí encontrará un camafeo de azabache con pequeñas esmeraldas y una
caja de madera con un relicario, ambas piezas con la misma inscripción latina: Quem videre, intelligere. El secreto que
guardan estas joyas junto con un reloj, será el eje vertebrador de la novela,
que aunque esencialmente histórica, reúne también grandes dosis de misterio, pues
son piezas familiares que han pasado de madres a hijas de la casa de Altamira a
lo largo de siete generaciones, pero también son muy codiciadas por personajes
oscuros y siniestros, que no tendrán escrúpulos para hacerse con las joyas.
En cuanto a los escenarios,
la novela transcurre a caballo entre Madrid y Galicia, aunque es en tierras
gallegas donde se desarrolla mayoritariamente la acción. Por ello, tiene un
papel relevante la ciudad de Santiago de Compostela y el maestro Mateo –autor
del Pórtico de la Gloria-, el camino de Santiago, los maestros canteros y los
maestros de orfebrería y, sobre todo, Finisterre, donde acaba el camino de
peregrinación. También es destacable el papel de las logias masonas, tan
perseguidas durante la dictadura en una defensa a ultranza de la Iglesia
católica.
En relación con la ambientación,
el libro describe muy bien las condiciones de vida de las clases bajas en la
segunda mitad del siglo XIX, especialmente la de las mujeres, analfabetas y sin
derechos, ocupadas en las labores del campo o en el servicio a las clases
altas, viviendo una vida mísera y de pura supervivencia. Luego les llegaría la II República, pero el cambio que experimentan sus vidas se trunca con el inicio
de la Guerra Civil y los años de dictadura. Todas estas etapas son bien
descritas por la autora de la mano de sus personajes hasta desembocar en 2011,
la época actual en la que culmina el desenlace final de la narración.
Finalmente, en cuanto a los
personajes, voy a haceros un pequeño esquema de los más importantes, con la
intención de que podáis acudir a ellos si a lo largo de las páginas perdéis un
poco el camino.
- Bernarda Saavedra y su
marido, Nuño Gómez de Ulloa: los primeros condes de Altamira a los que se
remonta la historia.
- Celia y Rodrigo, hijos del
anterior matrimonio. Rodrigo está casado con Urraca y tienen unas mellizas y un
hijo, Gerardo, que es padre de Luis.
- Cándida, hija de Celia como
madre soltera.
- Emilia Rey, hija de
Cándida como madre soltera.
- María Rey, hija de Emilia
y de un guerrillero.
- Marta Castro y Ricardo
Barreiro, asesinada y madre de dos hijas.
- Adela Roldán y Alvaro,
padres de Martín.
Estas son las siete
protagonistas femeninas conductoras de la historia. Y junto a ellas
encontraremos algunos personajes masculinos también destacables:
- Francisco Figueroa y Juan
Ortega, orfebres.
- Marqués Braulio Bramonte,
hermano de Urraca, y Monseñor Bramonte Nájera, tío de Urraca y arzobispo de
Compostela.
- Manuel Azcárate, rector de
Santiago, su esposa Julia Castelar y su hija Victoria.
- El cura Eliseo.
- Alfonso Roldán y Teresa
Dávila, padres de Adela.
- Enrique Roldán, tío de
Adela.
- Alfonso Bernal, notario.
En fin, una novela que da
para mucho, que hay que leer con tranquilidad pero con continuidad para no
terminar perdidos. Y que tiene un final incierto, basado en un hecho real con
el que la autora termina conectando como colofón final. Solo espero que os
guste porque hay mucho más de lo que he podido transmitiros en esta breve
reseña con la única intención de no descubriros el misterio que encierra. Y,
sobre todo, espero que os guste el cuento de La Hija del mar esmeralda y la
imagen negra de Nuestra Señora del Mar.
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