SIN ELECCIÓN, de Clare Mackintosh Puntuación: 3/5

 ‘Te dejé ir’ fue la primera novela que leí de la escritora británica Clare Mackintosh, un thriller psicológico que me dejó impactada. Por ello, luego cogí ‘Te estoy viendo’ y ahora opté por la lectura de su último libro ‘Sin elección’.

Volvemos a encontrarnos con el mismo género y, sin embargo, y es solo una opinión personal, a esta novela le falta garra y se queda más bien en un simple alegato ecologista contra la aviación por su impacto medioambiental. No es gratuito que la autora escribió el libro durante la pandemia Covid, cuando los cielos quedaron libres de aviones y de su huella ecológica.

A modo de resumen, es la historia de un secuestro aéreo como forma de llamar la atención de los gobiernos contra el cambio climático. Concretamente del primer vuelo Londres-Sidney, con una duración de veinte horas, a bordo de un Boeing 777 en el que viajan 353 pasajeros. Y precisamente por esta temática podríamos decir que estamos, en cierto modo, ante un crimen de habitación cerrada, en el que no conoceremos al asesino hasta el giro final que la autora desarrolla en sus páginas finales.

Sus personajes principales son Sophie, una niña de cinco años, adoptada, y con necesidades especiales debidas a un trastorno de vinculación. Es el personaje más entrañable y que sirve también de base a la autora para hacer una buena defensa de los méritos de la adopción.

Sus padres son Mina, una auxiliar de vuelo de World Airlines, que viaja a bordo del avión secuestrado; y Adams, un sargento de policía que arrastra deudas de juego, lo que está provocando la destrucción de su matrimonio. Y junto a ellos, Becca, la canguro que se encarga de Sophie mientras sus padres están en el trabajo.

Tras las presentación de estos pocos personajes durante las páginas iniciales, la autora utiliza una técnica narrativa singular y es la de rotular algunos capítulos con el número de asiento de varios pasajeros del vuelo: 5J, 2D, 6J, 17F, 1J, 1B, 40C, 8C y 7G….. Pero ¿quiénes se esconden en realidad bajo los nombres de Ganges, Congo, Volga, Missouri, Níger, Amazonas, Zambeze o Yangtsé? Encajar cada personaje con cada río, requerirá una lectura detallada y cierta atención.

Cuando Mina recibe en pleno vuelo un anónimo para que colabore en el secuestro del avión si quiere volver a ver a su hija, no le quedará otra encrucijada que elegir entre la vida de su hija o la de cientos de pasajeros.

Seguramente lo mejor de la novela es el giro final, como un as que la autora guarda en la manga para darle una emoción de la que carece a lo largo de sus páginas.