POSTALES DEL ESTE, de Reyes Monforte Puntuación 4/5
He leído muchas novelas sobre el holocausto nazi y la vida en campos de concentración y este verano le ha tocado el turno a ‘Postales del este’, de Reyes Monforte. Me decidí por ella porque me gusta el tema y había leído buenas críticas del libro. Sin embargo, para mí ha quedado por debajo de las expectativas pues no aporta nada novedoso y además me ha resultado lento y carente de la garra que es habitual encontrar en este tipo de novelas.
Es una obra escrita en dos ritmos temporales, uno el año 1980 en el que Bella recibe de su tía Mía una caja llena de postales que pertenecieron a su madre fallecida apenas hacía un par de meses y que contienen la historia de su vida. Y por otro, septiembre de 1943, cuando Ella –la madre de Bella- es enviada al campo de concentración de Auschwitz junto a su familia (Nadine y André, sus padres), y su novio Joska.
A partir de este momento la autora nos va a relatar la vida de los presos en este campo de exterminio en el que Ella sobrevivirá como una privilegiada debido a sus rasgos arios, por un lado, y a su esmerada caligrafía y el dominio de seis lenguas, por otro, lo que le evita ser rapada y tatuada como el resto.
A lo largo de toda la historia van a mezclarse personajes reales y ficticios y así la primera en aparecer es la sanguinaria jefa de campo María Mendel, apodada la Bestia, bajo cuyo mando va a quedar nuestra protagonista, a la que tocará rellenar con veinticinco palabras postales que los prisioneros deben enviar a sus familias como ardid para descubrir nuevos judíos ocultos y el envío de víveres y objetos de valor.
Utilizando el reverso de las fotos y de las postales que encuentra en el Kanadá, pabellón al que es destinada, y que esconde en una lata de leche condensada, Ella nos va dando cuenta de la vida en el campo y de las historias de muchos de los que allí perdieron la vida con el único afán de que el mundo un día conozca lo que allí había sucedido.
Vamos a encontrarnos, por supuesto, con Josef Mengele, el Angel de la Muerte, y sus macabros experimentos científicos, sobre todo con mujeres embarazadas y con niños, hasta el punto de que Ella y la doctora Gisella Perl no hallarán otra manera para salvar la vida de miles de estas mujeres que hacerlas abortar en la clandestinidad.
También un día nuestra protagonista se descubrirá en este estado, aunque la evacuación y la llegada de los aliados permitirán la venida al mundo de Bella, en un escenario de montañas de cadáveres famélicos, consumidos por el hambre, la sed, los piojos, el tifus y la disentería.
El libro termina con unos apuntes sobre los juicios posteriores a la guerra y sobre los hechos históricos en los que se basa esta novela repleta de personajes reales. Por eso, para terminar me gustaría hacer mención especial de dos: Alma Rosé, famosa violinista, sobrina del compositor Gustav Mahler, por la importancia de la música en esta novela con la formación de una orquesta de mujeres; y Ana Frank, que aparece apenas pincelada como reclusa en el campo de concentración.
Ahora solo desearos que si os gusta la reseña, os animéis a leer el libro.
Me encanta la temática de esta novela.-
ResponderEliminarPues a disfrutarla!
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