PAN DE LIMÓN CON SEMILLAS DE AMAPOLA, de Cristina Campos Puntuación 5/5

 ‘Pan de limón con semillas de amapola’ es uno de los libros más bonitos que he leído. Cristina Campos, su autora, escribió esta novela sencilla e  intimista en 2016 y con ella ha conquistado mi corazón.

Es la historia de dos hermanas, Anna y Marina García Vega. La primera vive en Mallorca, está casada con un empresario, Armando, y tienen una hija adolescente, Anita; los tres, junto a una filipina interna, Imelda, forman una familia malavenida perteneciente a la jet mallorquina.

Marina, que a los catorce años fue separada de su hermana y enviada a Estados Unidos a estudiar, hizo la carrera de Medicina en una prestigiosa Universidad y en la actualidad es cooperante de Médicos Sin Fronteras en Etiopía, donde vive con su pareja, un alemán llamado Mathias, y juntos acaban de ayudar a nacer a una bebé, Naomi, de la que deberán responsabilizarse de momento porque su jovencísima madre muere en el parto.

Ambas hermanas llevan catorce años sin verse por disputas familiares hasta que repentinamente una herencia inesperada las obliga a reencontrarse en Mallorca. Una desconocida mujer, María Dolores Molí, les ha dejado en el testamento una panadería y un molino -'Cans Molí'- en el pequeño municipio de Valldemossa. Así arranca una preciosa historia familiar llena de misterios, ternura, pasión, desengaños, alegría y dolor, porque todos estos componentes los vamos a encontrar a partes iguales en esta novela que se desarrolla en las calles empedradas de un pequeño pueblo mallorquín, muy lejos del ambiente de la isla turística que solemos conocer.

‘Pan de limón con semillas de amapola’ comienza con la muerte de Anna, justo en el momento en que su hija, agarrada a la urna de sus cenizas, junto a su tía Marina, se encuentran en el acantilado de Sa Foradada para esparcirlas al mar. Y junto a ellos un desconocido que había amado a Anna desde que ambos eran unos niños, porque si Armando nunca la quiso, Antonio nunca la había olvidado.

A partir de esta escena el narrador empieza a contarnos la historia de las hermanas García Vega, de su padre Néstor y su abuela Nerea y de una pléyade de habitantes de Valldemossa: Catalina, Ursula, Tomeu, Gabriel, el alcalde, el párroco….. todos con un papel muy importante en esta novela cargada de secretos y en la que cada capítulo va precedido de una receta de repostería para elaborar un pan distinto.

Para terminar quiero añadir que si la historia cautiva a cualquier lector con una mínima sensibilidad, no es menos importante que la autora trata varios temas de enjundia para la reflexión personal: el mundo de las ONG y los conflictos internacionales de los últimos años; la adopción; el cáncer; el matrimonio de conveniencia; los conflictos de clases y las conveniencias sociales; la emigración…. en fin, que el libro no tiene desperdicio y que os recomendaría que os hicierais con un ejemplar porque seguro que no os vais a arrepentir.