LA MANSIÓN 3: TIEMPOS DE RESURGIR, de Anne Jacobs Puntuación: 3/5
Procuro siempre no dejar una saga sin terminar, aunque confieso que a veces no estoy segura de que merezca la pena con todos los libros que tengo por leer. Este es el caso del volumen tercero de ‘La Mansión’, de Anne Jacobs, autora alemana que alcanzó la fama con ‘La villa de las telas’, de la que se han vendido millones de ejemplares.
Después de ‘Tiempos gloriosos’
y ‘Tiempos de tormenta’, con ‘Tiempos de resurgir’ se cierra la historia de la
mansión de la familia Von Dranitz y de sus habitantes: Franciska y su gran amor
Walter Iversen; su hija Cornelia; su nieta Jenny y la pequeña biznieta Julia.
Nos encontramos en el año 1995
con la mansión sin terminar de convertirse en el proyecto rentable de hotel
rural con el que todos los miembros de la familia sueñan y en el que han
invertido sus ahorros, incluso Ulli, el novio de Jenny, que ha desviado fondos
de su propio patrimonio y de su proyecto empresarial para colaborar con la
familia.
Y es que nada está saliendo
bien. El cocinero del restaurante abandona su puesto porque no resulta un
negocio rentable; el arquitecto y amigo de la familia, Kacpar, que dirige las
obras desde hace cinco años también decide marcharse en busca de su propio
destino; y Ulli es investigado por una herencia recibida de modo aparentemente
fraudulento.
Y por si el barco no hiciera
aguas por todos lados, en el sótano de la mansión han aparecido los restos de
dos cadáveres medievales que paralizan las obras. Esta parte es lo único
novedoso de un libro que aporta poco a los dos volúmenes anteriores. La autora
va a intercalar a lo largo de varios capítulos la historia de un monasterio
medieval existente bajo los cimientos de la mansión Voz Dranitz. De este modo
conoceremos a la abadesa Audacia y a la novicia Régula, así como las luchas
medievales contra los eslavos.
Esta es quizás la parte de
la novela más atractiva y que demuestra la capacidad creativa de una autora que
tiene más de ochenta años, que dedica ocho horas diarias a escribir delante de un
ordenador y que ha sabido reinventarse día a día a una edad en la que
difícilmente se inicia una carrera como escritora. Toda mi admiración para
ella.
Impresionante, que admiración hacia una persona con esa capacidad creativa, una autora que tiene más de ochenta años, que dedica ocho horas diarias a escribir delante de un ordenador y que ha sabido reinventarse día a día a una edad en la que difícilmente se inicia una carrera como escritora.
ResponderEliminarAsí es. Gracias x tu comentario
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