UNA PASIÓN ESCRITA, de MARÍA MONTESINOS Puntuación 4/5
Tras el éxito de ‘Un destino propio’, la autora burgalesa María Montesinos acaba de publicar ‘Una pasión escrita’, la segunda obra de la trilogía sobre mujeres que lucharon por ejercer su profesión a finales del siglo XIX. Y ante todo deciros que se trata de novelas de lectura independiente, aunque se crucen personajes y estén ambientadas en la misma época.
‘Un destino propio’ con
el que comenzó la trilogía fue autopublicado en Amazon bajo el título ‘El
indiano’, aunque la versión posterior cuenta con diversas modificaciones
introducidas por la autora. Es la historia de amor de Héctor Balboa y Micaela
Moreau, una joven soltera de Madrid, empeñada en cambiar el destino de las
niñas sin educación y al mismo tiempo, defender su libertad e independencia
frente a los designios marcados por su familia.
Esa novela me cautivó y
es la que me hizo coger con tantas ganas ‘Una pasión escrita’. En ella la
autora nos lleva al Madrid de la prensa, los gacetilleros, las imprentas, las
tertulias literarias…. un mundo reservado a los hombres, pero al que muchas
mujeres literatas de finales del siglo XIX deseaban acceder.
Es el caso de Victoria Velarde
(que ya apareció en ‘Un destino propio’ como amiga de Micaela Moreau en la
Institución Libre de Enseñanza), una joven aristocrática, recién llegada de
Viena al Madrid provinciano de la época que, como otras muchas mujeres que le
acompañan a lo largo de la novela, lucha por hacer realidad su sueño y abrirse
un hueco como articulista en la prensa de la época e, incluso, como novelista.
En su caminar conocerá
a Diego Lebrija, miembro de una modesta imprenta familiar en el barrio de
Lavapiés que, tras terminar sus estudios de Derecho, logra abrirse paso como
redactor en varios diarios del momento.
El destino de ambos
personajes se cruza pronto en la novela, pero ninguno de los dos lo va a tener
fácil ni en el amor ni en lo profesional, porque nos encontramos con una
sociedad asentada sobre un rígido sistema de clases y, al mismo tiempo, muy
machista. Victoria se enfrenta al desprecio social y al escarnio de la mayoría
de los hombres que ven las aspiraciones literarias e intelectuales de la mujer
como una afrenta a la moral y a las buenas costumbres de la sociedad. Y Diego
por su origen humilde encontrará el rechazo de la familia de Victoria.
No podemos olvidar que
nos encontramos entre los años 1879 y 1885, cuando en España se sucedían
gobiernos conservadores (de Antonio Cánovas del Castillo) y progresistas (de Práxedes
Mateo Sagasta) y el país arrastraba numerosos problemas internos: un clima de
revueltas e inestabilidad política constantes consecuencia del enfrentamiento
entre los partidarios de ambos bandos y, en consecuencia, un estado de corrupción
permanente, de atraso económico, de hambre y pobreza enquistada, analfabetismo,
especialmente femenino, y huelgas, en un Estado en bancarrota.
En este sentido esta
novela, como la anterior, está magníficamente ambientada y la recreación de las
redacciones de los periódicos de la época y de los talleres de impresión es perfecta.
Lo mismo tengo que decir del uso del
lenguaje pues aparecen numerosos términos propios de instrumentos de trabajo,
prendas de vestir y expresiones de la época. Porque María Montesinos ha cuidado
todos los detalles para ofrecernos una maravillosa novela en la que vuelve a
hacernos partícipes de la batalla de muchas mujeres a finales de siglo por
ejercer sus derechos, algunas de las cuales aparecen a lo largo de las páginas
como Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal o Rosalía de Castro.
Para terminar solo
añadir que este romance histórico tiene un final muy abierto porque la historia
de amor de Victoria y Diego debe sin remedio continuar, y es que somos muchos
los lectores que nos hemos quedado atrapados en sus vidas.
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