TIERRAS DE NIEBLA Y MIEL, de Marta Abelló Puntuación 4/5

 ‘Tierras de niebla y miel’ es la primera novela que leo de Marta Abelló pues no conocía a esta escritora y su estilo me ha sorprendido bastante.

La historia se sitúa en el año 1899 cuando una joven, Martina de Icaza, abandona su hogar y a su marido, Conrado Lefebvre, en Nueva Orleans, desengañada con la vida que le ha tocado en suerte. Para ello simula su fallecimiento y, acompañada de su criada mulata Erlinda, vuelve a su Cádiz natal con la intención de refugiarse en el hogar familiar.

Pero el destino a veces juega malas pasadas y al desembarcar encuentra cerrada su casa –la Casa de los ocho balcones- pues sus padres han fallecido recientemente.

Si tenemos en cuenta que en esta época la vida y la hacienda de una mujer están en manos de su marido, Martina no encuentra otra salida que recurrir a su tía Balbina, una mujer de dudosa reputación, que regenta la pensión La Gaviota. Allí encontrará trabajo de criada para poder subsistir, mientras espera noticias de su abuela, una mujer adelantada a su tiempo que huyó a Málaga.

En la pensión Martina solo encuentra consuelo en Candela, una niña de nueve años, de condición enfermiza que vive recluida en su habitación. Y así pasan los días hasta que Balbina aparece asesinada, mientras Candela desaparece sin dejar rastro.

En este punto la novela toma un rumbo totalmente diferente porque nuestra protagonista, embarcada en la búsqueda de su prima, va a cruzarse con mil y una aventuras que la llevarán como institutriz a Casa Baena, en cuyas tierras se cometen crímenes inexplicables obra de un sacamantecas, raptos y saqueos a manos de una cuadrilla de bandoleros -la banda del Cañamero- y que serán investigados por una pareja de policías –San Román y Fonseca-.

Pero además en la historia  vamos a encontrar también otros muchos temas: mitología, leyendas, médiums, masonería y, por supuesto, amor…. porque a esta novela no le falta de nada. Si acaso un poco de sosiego pues, para mi gusto, algunos capítulos son excesivamente cortos y la autora salta de un personaje y de un escenario a otro con tal rapidez que a veces se pierden detalles y pudiera parecer que no saca a sus personajes todo el jugo que la historia podría ofrecer.

Por último, deciros que esta novela, como confiesa su autora al final de la misma, está situada en un escenario real: el Torcal de Antequera (Málaga), un paisaje kárstico en el que se encuentra el Dolmen de Menga, monumento megalítico del Neolítico, declarado Patrimonio Mundial en 2016 y Bien de Interés Cultural, con una extraña orientación hacia la Peña de los Enamorados, que ha sido objeto de reciente estudio por los investigadores. Así mismo, el Cortijo Baena está inspirado en el Cortijo Heredia o Cortijo Jurado, como se conoce ahora, de Campanillas, objeto también de buenas leyendas y misterios.

Ahora ya, lectores, queda en vuestras manos la opción de leerla.