UNA PROMESA DE JUVENTUD, de María Reig Puntuación 5/5
Cuando leí ‘Papel y tinta’,
de María Reig, quedé cautivada por la historia desu protagonista, Elisa, en la
España anterior a la II República, pero, sobre todo, sorprendida con la edad de
una autora que aún no conocía y había escrito su primera novela con tan solo 26
años.
Ahora acabo de terminar su
nuevo libro, ‘Una promesa de juventud’, y solo puedo deciros que María Reig se
ha superado a sí misma dos años después.
Nos encontramos con una
novela de más de 800 páginas, interesante, entretenida y bien escrita, que
mantiene la atención del lector hasta su última línea, pues administra con
maestría una buena trama a la que dota de las dosis justas de misterio para que
nadie pueda aburrirse.
Es la historia de las
vivencias de varios alumnos y alumnas durante el curso 1939-19410 en dos
internados internacionales de élite en Horgen (Suiza), país que mantuvo su
neutralidad durante toda la II Guerra Mundial
La autora utiliza la técnica
de la entrevista personal en los años 70 entre una estudiante de Oxford que
está desarrollado su doctorado sobre el estudio sociológico de los internados
internacionales durante la II Guerra Mundial, Caroline Eccleston, y una testigo
directo de los hechos vividos en dichos internados durante ese primer año de
conflicto bélico, Charlotte Fournier.
Aunque el escenario
principal del libro es el internado femenino de St. Ursula, también se recrea,
aunque con menor detalle, el internado masculino de Sankt Johann. En estos
colegios conviven alumnos y alumnas de todos los países del mundo (Suiza,
Alemania, Portugal, Canadá, España, Egipto, Reino Unido, Dinamarca, India,
etc), lo que sirve a María Reig como hilo conductor de los avances
expansionistas del III Reich alemán en los primeros años de la guerra.
Ambos internados, donde
nuestras alumnas estudian asignaturas tan propias de su época como Economía
doméstica, Historia, Violín, Cocina o Deportes, no constituyen más que símil de
la burbuja en la que se convirtió la República Helvética durante toda la II
Guerra Mundial. Allí nuestras alumnas van a vivir, al cobijo de sus paredes y
prácticamente ajenas a lo que estaba ocurriendo en el mundo y en los campos de
concentración nazis, sus propias aventuras adolescentes: los primeros amores
románticos, los desengaños ante la vida de hijos herederos de las grandes
fortunas del momento, la realidad de los refugiados judíos escapados de países
como Polonia o Austria, las penurias del racionamiento y, sobre todo, la
fraternidad basada en la auténtica amistad, sea cual sea el origen de cada
cual. Pues como dice textualmente la autora en sus páginas “la verdadera
amistad no conoce de colores ni de política”.
Y todo lo anterior va
aderezado de misterios que la autora va desvelando lentamente con el fluir de
su historia, hasta el desenlace final que da título a la novela y que no voy a
desvelaros en esta pequeña reseña.
De verdad, que solo puedo
recomendaros que la leáis y que estéis atentos a esta joven autora porque creo
que tiene por delante un futuro harto prometedor, si con su edad es capaz ya de
escribir estas estupendas novelas. Enhorabuena!
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