TODO MUERE, de Juan Gómez-Jurado Puntuación: 4/5
Con ‘Todo muere’, por fin se cierra el círculo del Universo Reina Roja, dice Juan Gómez Jurado, pero no hay quien se lo crea, con el final abierto que tiene la novela. «No quiero despedirme sin responder a la pregunta que te estás formulando. ¿Volverán Antonia, Jon, Aura, Mari Paz? ¿Se enfrentarán la fuerza imparable y el objeto inamovible en este conflicto que lleva gestándose quince años? Depende de ti», dice el autor en sus páginas finales.
Ya os he dicho en anteriores
reseñas de esta serie -formada por El
paciente, Cicatriz, la trilogía Reina
roja, Rey blanco y Loba negra, y
la trilogía que ahora termina Todo arde,
Todo vuelve y Todo muere- que el
autor es un experto en marketing y quiere convencernos de que «Este libro cambia los demás que has leído,
como ya te habrás dado cuenta. Estoy seguro de que volver a leerlos desde la
nueva perspectiva de las nuevas revelaciones te descubrirá un millar de
detalles». Pues solo nos faltaba eso, pero es una buena idea para animar al
lector a ver la adaptación a miniserie de Reina
roja. No me extraña que las novelas de Gómez Jurado sean superventas y se
haya convertido en el autor más leído en España.
Lo que sí me queda claro es
que da igual leer una trilogía antes que otra, pues con este final, del que el
autor prohíbe hablar para no hacer spoilers incluso a la editorial –no hay sinopsis
en la cubierta del libro-, quedan aclarados los dos bandos de los poderes en la
sombra que forman el llamado Círculo:
Mentor y el Sr. White, un grupo secreto de hombres y mujeres de gran riqueza e
influencia que gobiernan en la sombra, fundado por el padre de Irma Dorr y al
que pertenecían viejos conocidos del lector: Laura Trueba, el banquero Ponzano,
Ramón Ortiz y el embajador británico Peter Scott.
Ya sabemos que esta trilogía
estaba dedicada a Aura Reyes, Mari Paz Celeiro Buján e Irene Muñoz Quijano,
conocida como Sere, mientras que la primera estaba dedicada a Antonia Scott y
su compañero John. En Todo vuelve habíamos
conocido a la familia Dorr, cuya historia se desgranaba a través de fragmentos
de un manuscrito titulado ‘Manuscrito
Dorr, el poder en la sombra’. A esa familia pertenecían Heinrich, su hija
Constanz, su nieta Irma, y Bruno, residentes en una finca ubicada en algún
lugar desconocido de Andalucía, ‘Los
Poyatos’.
‘Todo muere’ arranca con el
accidentado aterrizaje de Aura en la finca para entregar a Constanz el maletín
que guarda la historia de la familia, pese a que Mentor también había pujado
por él. Sin embargo, la balanza se inclina del lado de la familia Dorr porque
le ofrecen a cambio la verdad sobre el asesinato de Jaume, su marido, con el
que arrancaba Todo arde.
Poco más os voy a añadir de
una novela que se lee con rapidez, a pesar de sus más de 600 páginas, que vuelve a estar escrita con cierta
dosis de humor y mucho ritmo, gracias a que está narrada a través de capítulos
muy cortos, lo que facilita su lectura. Está estructura en cuatro partes y un epílogo,
a las que se añaden las notas del autor y, por supuesto, en sus páginas
volveremos a encontrarnos también con los legionarios amigos de Maripaz y con
la comisaria Romero.
Imagino que no podréis resistir la tentación de terminar la serie y querer
saber cómo termina la historia, pero estoy segura de que muchos lectores ni
siquiera entenderán el final. Ya me contaréis.
Sólo he leído Reina Roja y visto la serie, ambas me gustaron. Tengo que con seguir con los otros libros a ver si me gustan también.
ResponderEliminarPues este escritor no termina de convencerme.
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