EL INFIERNO, de Carmen Mola. Puntuación: 4/5
De nuevo os traigo a Carmen Mola, el pseudónimo bajo el que descubrimos que se escondían tres escritores y guionistas (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) cuando ganaron el Premio Planeta 2021 con ‘La Bestia’, después de que muchos ya hubiéramos devorado la trilogía de ‘La novia gitana’.
Su nueva
novela ‘El infierno’ sigue, precisamente, la estela trazada por ‘La Bestia’
pues se trata de un thriller histórico, ambientado en la Cuba colonial, con
todos los ingredientes propios de los libros de Mola, muchos giros y brutales asesinatos,
tan macabros y salvajes que espeluznan al lector.
La novela se
estructura en siete círculos –del horror- al estilo de La Divina Comedia, de Dante, a través de los cuales los autores nos
adentran en el mundo de la esclavitud de los ingenios azucareros, y lo hacen de
la mano de la historia de amor entre Leonor Morell, una corista de teatro –suripanta-
y Mauro Mosqueira, un estudiante de medicina que abrazó la causa revolucionaria
del general Prim.
Así la
historia arranca con la sublevación del Cuartel de Artillería de San Gil, motín
conocido como La sargentada, que se
produce el 22 de junio de 1866 en Madrid con la intención de derrocar a la
reina Isabel II. En medio de unas calles revueltas y cubiertas de cadáveres, se
cruzan los destinos de nuestros dos personajes protagonistas al verse envueltos
en el homicidio involuntario de un soldado que les habrá de cambiar la vida.
Huyendo de la
policía y de una muerte segura, Leonor marcha a Cuba como prometida de un rico
hacendado cubano, Cándido Serra. Tras ella huye también Mauro para acabar
convertido en esclavo del ingenio Magnolia,
al frente del cual se encuentra Arsenio Boada. Y es que leyendo sus páginas, el
lector no solo descubre los horrores de la esclavitud, sino que, junto a los
africanos traídos en las bodegas de los barcos en condiciones infrahumanas, en
las plantaciones de caña de azúcar también trabajaban asiáticos e incluso
españoles, como mano de obra a la que sus amos y capataces torturaban a
voluntad hasta la muerte.
Y es que tristemente
España fue el penúltimo país en abolir la esclavitud –por detrás de Brasil-
pues aunque se prohibió formalmente en 1837, Cuba y Puerto Rico quedaron
expresamente exentas de cumplir la norma abolicionista.
En este
escenario es en el que van a producirse varios asesinatos siguiendo un modus operandi absolutamente macabro y corresponderá
al lector intentar descubrir quién se esconde realmente bajo el personaje de
Esteban Alfaro y quiénes son el Manchao, el Largo y el Labiopartido. Difícil
tarea que Mola no desvelará hasta muy al final de la historia, siendo precisamente las páginas últimas, a mi juicio, lo peor de la novela.
Para terminar
dos cositas. La primera es que en algún lado he leído que los autores están ya
preparando un nuevo volumen de la saga ‘La novia gitana’. Y la segunda es una
reflexión que sobrevuela las páginas de esta novela: el infierno realmente
existe y está en la tierra. Solo hay que pensar cuánta miseria y cuánto dolor
hay en nuestro mundo, en el que ya no existe legalmente la esclavitud, pero sí
existe el sufrimiento de muchas personas que malviven y son explotadas aún hoy en
día.
Si os ha
gustado el tema de esta novela, os recuerdo que no hace mucho he reseñado dos
sobre la Cuba colonial: ‘El valle de los
arcángales’, de Rafael Tarradas y ‘Esclava
de la libertad’, de Ildefonso Falcones.
Buena reseña, y comparto tu opinión de que el infierno está en la tierra, nosotros a pesar de todo lo que hemos pasado no hemos aprendido y seguimos haciendo daño 😔
ResponderEliminarAsí es, pero no hay que perder la esperanza de un mundo mejor
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