UNA CURA PARA EL ALMA, de Mariam Orazal Puntuación 4/5
Ya sabéis que de vez en cuando hago incursiones en el género de la novela histórico romántica y ‘Una cura para el alma’ es el primer libro que leo de la escritora extremeña Mariam Oraza, a la que se ha concedido el XI Premio Vergara.
Es una novela ambientada en la
última década del siglo XIX porque tiene como tema fundamental la incorporación
de la mujer a la profesión médica. Por ello son continuas las referencias a las
‘Siete de Edimburgo’, el primer grupo de mujeres matriculadas en la Universidad
británica de Edimburgo, que comenzaron a estudiar medicina en 1869 a pesar de
la fuerte oposición y rechazo social que sufrieron. Aunque en última instancia
no se les permitió graduarse ni convertirse en médicas, su causa captó la
atención nacional y consiguieron numerosos apoyos, de modo que pronto el
derecho de las mujeres a una educación universitaria pasó a formar parte de la
agenda política del país y en 1876 se aprobó una ley que aseguraba su derecho a
estudiar medicina en la Universidad.
En este contexto nos
encontramos con nuestra protagonista, Paige Clarington, una recién graduada en
la Escuela de Medicina para Mujeres de Londres, luchadora contra los
convencionalismos sociales de su tiempo que inicia una campaña para recaudar
fondos que permitan abrir consultas ambulatorias en los barrios obreros de la
ciudad.
Pero un día el destino la
cruza con el duque de Breigton, Maximilliam, viudo y con un niño de cinco años,
Matt, que contrae una terrible enfermedad: la difteria. Cuando, contra el criterio
del médico de la familia, se comprueba que el pronóstico de la doctora
Clarington es el acertado, es obligada contra su voluntad por el duque a
trasladarse a su mansión para dedicarse en exclusiva al cuidado de su hijo y
único heredero.
La difteria en aquella época sembraba
el espanto en las familias, los niños morían rápidamente, víctimas de una
severa inflamación en la garganta, de la fiebre por la intoxicación infecciosa
y de asfixia final. Y los
estudios para encontrar una antitoxina aún estaban en una fase muy primaria de investigación.
Así la autora nos presenta la figura de Emil von Behring, pionero de la inmunología y
descubridor de las vacunas contra el tétanos y la difteria, al
que la doctora Paige se propone robarle una dosis que poder inocular a su
paciente como última esperanza para salvarle la vida.
Matt, a diferencia de su
padre, se nos presenta como un niño dulce y encantador que, a fuerza de
sonrisas y valor, se gana el corazón de Paige. Pero la enfermedad y la lucha
por salvarlo terminarán por derribar el muro que se había creado entre nuestros
dos protagonistas principales y, como era de esperar, pronto nacerá la pasión
entre ellos. Sin embargo, Paige, además de plebeya, no es una mujer
convencional y, por ello, no es una opción elegible como duquesa. Así que sus
sueños se truncan el día que aparece la supuesta prometida del duque, Lady
Olivia Boswood.
Y hasta aquí os puedo contar
porque le toca al lector descubrir que ocurrirá con la vida de Matt y con la
relación entre su padre y la doctora Clarington. Desde estas líneas solo puedo
animaros a su lectura porque yo me he leído la novela de un tirón. No solo la
historia es bonita, sino que tiene una buena ambientación y un bien retrato
psicológico de la personalidad de sus personajes, tan contrapuestos ambos y tan
atrayentes al mismo tiempo. Espero que os guste.
Me encanta el genero romántico y si le agregas su aporte histórico porque no conocía el caso de las Siete de Edimburgo sin duda debe ser una novela interesante, desde ya anotada. Muy buena reseña.
ResponderEliminarGracias x tu comentario
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