LA CARA OCULTA, de Mari Jungstedt Puntuación 5/5
Otra de vez de vuelta a la
novela negra nórdica. En este caso ‘La cara oculta’, de Mari Jungstedt, que es
la entrega número trece de la serie Gotland, protagonizada por el comisario Anders
Knutas y su equipo, por un lado, y el periodista Johan Berg y la fotógrafa Pia
Lilja, por otro.
En este caso nos encontramos
con un asesino o asesina en serie (no quiero desvelarlo precisamente porque
hasta el final del libro no se resolverá la incógnita) de varios hombres
casados que aparecen mutilados tras lo que parecen sesiones de bondage. El primero es Henrik Dahlman,
un afamado escultor que aparece desnudo y atado a la cama en su casa de la
playa, con el que la policía inicia las investigaciones.
La novela, con capítulos
cortos, tiene un ritmo muy ágil y se lee prácticamente de un tirón, pues la
autora es hábil para mantener el interés del lector. Para ello, y como suele
hacer en todos sus libros, va intercalando los capítulos dedicados a la
investigación policial, con otros correspondientes a un momento temporal
anterior en los que desgrana la historia del personaje que finalmente resulta
ser el culpable de los asesinatos.
Por supuesto que cada libro
de la serie Gotland se puede leer de manera independiente, pero mi consejo es
empezar por el primero pues los personajes son los mismos y entre ellos se
establecen relaciones personales tan interesantes como la trama policial. En
esta última entrega la relación del comisario Knutas con su pareja y compañera
de equipo Karin Jacobsson no atraviesa su mejor momento, pues reaparece en su
vida su exmujer Line. También es importante conocer el origen de la relación
entre el periodista Johan y su mujer Emma, que viene de entregas anteriores. Y
es que no puede faltar en una buena novela sus dosis correspondientes de amores
y desamores.
Por último, deciros que como
toda novela nórdica está muy bien ambientada y parecerá que recorres las calles
de la isla de Gotland, su muralla medieval o sus costas. En este caso el clima
es más benigno y no estamos imbuidos de ese frío permanente que impregna
normalmente este tipo de libros, pues precisamente transcurre durante la época
del solsticio de verano, ocasión que sirve a la autora para recrear las
costumbres típicas de dicha festividad.
Y ahora solo puedo animaros
a su lectura, advirtiendo, eso sí, que en esta última entrega a Mari Jungstedt
se le ha ido un poco más la mano con la violencia que en otras ocasiones, sin
llegar por supuesto a resultar intolerable.
Hola. Me gusta mucho la novela sueca, precisamente por esos lugares en los que se ambientan que aparecen en mi mente y me transportan a un momento de mi vida en que anduve por allí. De la autora he leído "Nadie lo ha visto", lo reseñé en mi blog, que creo que es el primero de la serie Gotland. Me encanta saber que tantos libros después las historias siguen siendo tan interesantes. Un saludo.
ResponderEliminarEs q cuando empiezo una serie me cuesta desengancharme
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